Para aquellas mujeres que tienen la melena ondulada o rizada (el 47% de las europeas) dejar
que ésta se seque al aire sin encresparse es un sueño casi tan difícil
de alcanzar como la paz mundial. Ahora, la nueva promesa de un cabello
liso, sin tener que recurrir al brushing, llega importada desde Brasil.
Es el llamado alisado brasileño, que tiene a la queratina, una proteína
que se encuentra de forma natural en el cabello y las uñas y que le da
consistencia al pelo,
como protagonista. En la mayoría de los tratamientos capilares es
queratina hidrolizada, procedente de lana de oveja, así que, por sí
sola, es totalmente inocua para la salud.
¿Dónde está el problema?
Algunos de estos productos contienen, además, altas dosis de
formaldehído, un agente químico responsable de alisar el cabello y que
está clasificado como carcinógeno por la Organización Mundial de la
Salud. En Europa, se permite su uso en cosméticos, como conservante, en
una concentración máxima del 0,2% y nunca en spray. El principal riesgo
está en que estos tratamientos llegan a Europa importados, muchas veces
libremente, a través de Internet, directamente desde Colombia, Brasil y
Estados Unidos, donde la legislación sobre su uso es mucho más laxa. De
hecho, en Norteamérica no hay restricciones en la cantidad de
formaldehído permitido en los cosméticos, y algunos de ellos pueden
incluir hasta un 10% más de lo admitido por la ley en Europa. Sin
embargo, hay firmas, como L’Oréal Professionnel, que proponen un alisado
seguro optando por el ácido tioglicólico para relajar el rizo. Su nuevo
tratamiento profesional X-Tenso Moisturist (desde 150 €, en salones de
peluquería) rompe los puentes de unión del pelo
y luego vuelve a enlazarlos dándoles la forma deseada. Para evitar que
el cabello se deshidrate, la fórmula incorpora ceramidas y una nueva
tecnología catiónica que reparte los activos nutritivos allí donde más
se necesitan.
Ingrediente polémico
Sobre el formaldehído: se encuentra en pequeñas
cantidades en productos de limpieza, fi bras sintéticas y moquetas, pero
no supone un riesgo para la salud. En cambio, su inhalación en altas
dosis está asociada con el cáncer cerebral, de fosas nasales y leucemia.
Qué dice la ley: está permitido su uso (hasta un 5%) en
endurecedores de uñas. También como conservante, con una concentración
máxima de 0,1% en productos de higiene oral y de 0,2% en el resto, pero
nunca en forma de spray.
Síntomas sospechosos: si
el tratamiento provoca ardor en los ojos, escozor en la garganta y picor
en las manos o el cuero cabelludo, probablemente contenga formaldehído
en cantidades superiores a las permitidas.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario