Para contrarrestar esta gratitud en tu pelo, a veces funcionan los champús antigrasa, pero hay veces en que se necesita reforzar el efecto con un ingrediente extra.
Prueba este sencillo consejo, prepara en una jarra 250 cl de agua con el zumo de dos limones grandes, con el líquido resultante debes enjuagarte la cabeza cada vez que te laves la cabeza.
Verás cómo tu pelo queda más brilloso, y la gratitud de pierde completamente. El resultado es realmente increíble.
Por otra parte el champú contiene por lo general detergentes que secan el cuero cabelludo por lo que éste tiene que compensar la sequedad produciendo aceites.
Si a esto le añadimos que al tener el cabello graso tiendes a lavarlo más a menudo, todo se convierte en un círculo vicioso. Para evitar que tu cuero cabelludo continúe produciendo grasa, utiliza un champú que sea más suave y contenga menos detergentes como uno para bebés o uno hecho a base de ingredientes naturales y con menor cantidad de químicos.
Estos últimos puedes encontrarlos tanto en supermercados como en salones de belleza. Ten en cuenta que debes ser paciente, ya que para que el cuero cabelludo vuelva a encontrar un equilibrio deberán pasar algunos meses. Poco a poco verás cómo tu cabello comienza a perder oleosidad.
Otra opción que te ayudará a acabar con este terrible problema y otorgarle un brillo saludable a tu cabello es preparar una mascarilla casera siguiendo los siguientes pasos:
Mezcla aceite de oliva extra virgen y miel de abejas en partes iguales y aplica esta mezcla sobre el cabello desde las puntas hacia las raíces. Cubre con un gorro plástico, una bolsa o con film y envuelve con una toalla tibia. Deja actuar durante 30 minutos y luego enjuaga. A continuación lava tu cabello con abundante champú.
Practica este tratamiento una vez por semana, el aceite de oliva actuará sobre la sequedad de tu cuero cabelludo mientras que la miel otorgará brillo a tu cabello.
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